Qué es?
Casa de Lava son encuentros de permacultura y cine abiertos a las distintas exploraciones que la no ficción contemporánea está llevando a cabo durante los últimos tiempos. Desde la ecología y la materialidad en las distintas prácticas fílmicas a las voces que irrumpen desde otra óptica distinta a la hegemónica; reivindicando desde el feminismo una visibilidad tradicionalmente ocultada. O aquellos radicales que construyen paisajes utópicos y convocan a la memoria de la Tierra como punto de anclaje ante una naturaleza antropogénica que se desvanece en un abrir y cerrar de ojos.
Desde un entorno concreto, entre distintos pueblos, comarcas y demarcaciones geográficas; entre campos de almendros y olivos, en una colectividad afectiva, reducida y plural se llevarán a cabo estas convivencias como si de agricultores durante la recogida el fruto nos tratáramos. Compartiremos preocupaciones y teorías en la era, aquel espacio de la antigüedad donde se trillaban las mieles recolectadas. A caballo entre lo ritual y lo costumbrista; entre la memoria y la nueva creación. Compartiremos ahí, bajo el sol del verano, nuestros territorios personales y será durante la noche, bajo las estrellas, cuando intervendremos para experimentar. Asistiremos ante un cambio del paradigma espectatorial que será la proyección en campo abierto de distintas obras junto con experimentos sonoros para crear desde la oscuridad y la nocturnidad un nuevo paisaje, un paisaje imaginado.
El espacio
Casa de Lava sucede en un espacio concreto de la geografía sur catalana. En la provincia de Tarragona, en la comarca del Baix Camp, a escasos quilómetros de Reus y Riudoms, en el Mas Maurici, suceden estos encuentros. Y, ¿por qué en este espacio? Una de las razones más evidentes es que además de su excelente comunicación y de tratarse de un enclave privilegiado en medio del campo y a los pies de la Cordillera Prelitoral, bajo la Mussara, es también un espacio de resistencia a muchos niveles. Primeramente, en las proximidades el cine y otras artes aguantan como pueden ante la falta de medios o la poca predisposición de agentes culturales y gobernamentales en su promoción. También, en un sentido más natural y del entorno se trata de un paisaje mediterráneo afectado por los paisajes cercanos antropocéntricos que han modificado los ritmos y fuentes de riqueza y energía de la zona. De esta manera, si nos fijamos en el horizonte, encontramos más cerca que lejos refinerías, molinos eólicos, una centrar nuclear y, como no olvidar, un parque temático bien conocido como Port Aventura. Estas tensiones entre aquello local y global, entre pasado y presente (y futuro), entre lo visibilizado y lo invisibilizado hacen de esta ubicación, un lugar perfecto desde el que reflexionar a través del cine y del pensamiento sin barreras, todo lo que nos rodea y afecta. Así pues, se pueden proponer medidas, cambios y fortalecer vínculos y sinergias desde la colectividad. Desde el afecto y desde la cercanía.
La familia Via, quienes han poblado estas tierras durante años y las han explotado, siguen viviendo de los frutos de la tierra en Mas Maurici. Es un espacio tranquilo, en el campo, en la belleza de la luz y el agua (aunque parezca escasear) y entre los frutos y la poda del ciclo de la naturaleza. Un espacio abierto, sin vallas ni restricciones, para todos aquellos que se comprometan a cambiar y a evidarise un tiempo concreto para (re)pensar(se).